Nuevos cambios en la duración de los contratos de alquiler

El 18 de diciembre de 2018, se publicó en el Boletín Oficial del Estado, la modificación con carácter urgente de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). Los cambios que se ha promulgado afectan a distintos aspectos relativos al alquiler de viviendas. Razón por la que, desde Dr. House, vamos a comentar los principales puntos que consideramos que debes conocer para afrontar tus transacciones con garantías.

La modificación que, bajo nuestro punto de vista, tiene unos efectos más importantes, es la relativa a la duración máxima de los contratos firmados. Como bien sabrás, hasta la fecha de publicación de esta nueva norma, los alquileres tenían una vigencia máxima de tres años. Esto permitía que existiera un mayor movimiento en el mercado, con la consecuente subida progresiva de los precios a abonar por las rentas.

Con la nueva ley, se ha ampliado este periodo de tiempo en dos años más. De modo que las personas físicas podrán alargar sus contratos hasta en 5 años y las jurídicas hasta 7. No obstante, si se ha firmado por un periodo inferior a este, el inquilino tiene la posibilidad de solicitar que se prorrogue hasta que se complete el máximo tiempo estipulado.

Una vez que se cumpla dicho periodo, si no se expresa el deseo de romper la relación contractual por ninguna de las partes antes de los 30 días de la fecha en la que expira, se podrá mantener vigente hasta un máximo de tres años más. En el caso de que, terminado este lapso de tiempo, tampoco se pronunciaran ninguna de las partes, el contrato quedará sujeto a la tácita reconducción.

Bajo nuestro punto de vista, esta medida pretende frenar la escala exponencial que se está produciendo en los precios de los alquileres de las viviendas en todo el panorama nacional y, especialmente, en las grandes urbes como Barcelona o Valencia. Al estar sujetos a una relación más duradera, la posibilidad de especular con los precios se limita a una fecha concreta y permite que se programen nuevas normativas que apacigüen el mercado inmobiliario. No obstante, será preciso esperar para observar los efectos que esto produce.

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