España es uno de los países preferidos por los extranjeros para invertir. La mayoría de los foráneos que tienen interés en comprar una vivienda en España suelen investigar a través de los portales inmobiliarios o en el mejor de los casos, han realizado algún viaje previo y ya han contactado con una agencia inmobiliaria para poder contar con asesoramiento profesional.
Lo importante es saber que el precio que aparece en un anuncio no es el precio real sino que por lo general, hay que contar con unos ahorros previos entre un 10% y un 15% (dependiendo de la Comunidad Autónoma donde se compre la vivienda) del precio de compra para pagar los impuestos y los gastos asociados a la compra venta.
En Dr. House te explicamos cuánto cuesta comprar una vivienda en España.
Gastos para formalización de compraventa
Aquí se engloban los gastos de la Notaría para escriturar la compraventa que suponen entre el 0,2% y el 0,5% del valor del inmueble, así como los gastos de Registro de la Propiedad que oscilan entre el 0,1% y el 0,25% del precio de la vivienda.
Además hay que incluir los gastos de la gestoría, que aunque son opcionales, se encargan de inscribir la escritura de la vivienda y de tramitar toda la documentación y que cuestan unos 300€ de media.
Impuestos por comprar vivienda
Los impuestos derivados de la compra de un inmueble, dependerán de si se trata de una vivienda nueva o de una vivienda de segunda mano.
- Vivienda nueva: en este caso hay que pagar el IVA que es igual en todo el territorio nacional y supone un 10% del valor de la vivienda o un 4% si es una vivienda de protección oficial. Además, hay que pagar el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (IAJD), que depende de cada comunidad autónoma y en el caso de Cataluña, supone un 1,5%.
- Vivienda de segunda mano: aquí corresponde abonar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP), y también depende de cada comunidad autónoma, en el caso de Cataluña asciende a un 10%, aunque conviene informarse sobre las bonificaciones que pueda haber en la comunidad autónoma.
Si además hace falta financiación y hay que pedir un préstamo, habrá que tener en cuenta los gastos asociados a la solicitud de la hipoteca, entre los que se incluyen: los gastos de tasación y los gastos de comisión de apertura.
Asimismo, y al ser inversor extranjero, tendrás que tener en cuenta los costes para conseguir el NIE, así como la comisión que tendrás que pagar para transferir el dinero del país de origen a España para realizar los pagos.