Si el hecho de comprar una vivienda es un proceso que puede resultar largo y complicado, en el caso de ser extranjero y comprar una vivienda en otro país puede conllevar otro tipo de dificultades.
En Dr. House estamos especializados en vender inmuebles a extranjeros y aquí te contamos todo lo que debes saber antes de comprar una vivienda en España.
En primer lugar, es importante saber que el comprador extranjero cuenta con los mismos derechos que un ciudadano español, no obstante, hay que tener en cuenta ciertos aspectos para tomar una buena decisión.
Elegir una agencia inmobiliaria
Uno de los primeros pasos y más importantes es elegir una agencia inmobiliaria de confianza, preferiblemente que esté acostumbrada a gestionar y tramitar toda la documentación y todas las gestiones a clientes extranjeros para poder ayudar, no solo en la búsqueda del inmueble sino en el asesoramiento legal.
Elegir el inmueble y estudiar el contrato
Si realizas la compra a través de una agencia inmobiliaria ya contarás con asesoramiento profesional y ellos mismos se encargarán de comprobar que la propiedad cuente con toda la documentación necesaria, así como que esté libre de cargas. Por otro lado, también es importante realizar tanto el contrato de arras como el contrato de compraventa con ayuda profesional, ya que el propio contrato tiene que reflejar todo lo que se ha pactado, en el caso de comprar una vivienda nueva, se tendrá que garantizar la devolución de la cantidad pagada si no se finaliza la obra.
Contar con la documentación necesaria
Para poder comprar un inmueble en España es necesario contar con un NIE (Número de Identificación de Extranjeros), así como tener una cuenta bancaria en nuestro país para facilitar los trámites y los pagos. En caso de no ser residente en España, habrá que nombrar un representante fiscal.
Financiación e impuestos
Si se va a necesitar financiación, es importante estudiar los tipos de hipotecas y tener en cuenta cuál es la parte que no va a financiar el banco, normalmente la financiación solo llega hasta un 80% del inmueble si es para primera residencia y entre un 60% y un 70% para segunda residencia, así como contemplar cuáles son los gastos derivados de compraventa y los impuestos, que suponen entre un 10% y un 15% extra sobre el coste de la vivienda.