El Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana ha anunciado una resolución que otorga eficacia a la declaración de la Generalitat de Cataluña, marcando como “zona tensa” a un conjunto de 140 municipios durante un período de tres años, a partir del 16 de marzo de 2024. Esta medida, que te explicamos en Dr. House, entra en vigor con una serie de novedades significativas para el mercado inmobiliario en Cataluña.
Una de las principales novedades es la definición de “gran tenedor”, que abarca tanto a personas físicas como jurídicas que posean cinco o más inmuebles urbanos de uso residencial dentro del área tensa, o más de diez inmuebles urbanos a nivel nacional con una superficie construida superior a 1.500 m2, excluyendo garajes y trasteros.
Los profesionales inmobiliarios tienen ahora la obligación de informar a los posibles arrendatarios sobre la condición de zona tensa de la vivienda, así como detallar la cuantía de la última renta del contrato de arrendamiento habitual en los últimos cinco años, junto con el valor según el índice de referencia de precios de alquiler aplicable.
Se establece también una prórroga extraordinaria de tres años para los contratos de arrendamiento firmados después del 26 de mayo de 2023 en zonas tensas, bajo ciertas condiciones.
En cuanto a incentivos fiscales, se introducen reducciones del rendimiento neto positivo del impuesto sobre la renta de las personas físicas para los contratos de arrendamiento de vivienda en zonas declaradas tensas. Estas reducciones van desde el 90% hasta el 50%, dependiendo de varios factores como la disminución de la renta de alquiler o la realización de mejoras en la vivienda.
Además, se permite un incremento adicional del 10% en la renta de viviendas ubicadas en zonas tensas bajo ciertas condiciones, como haber realizado rehabilitaciones o mejoras de eficiencia energética.
La normativa también establece diferentes supuestos para el cálculo de las rentas de alquiler, dependiendo de si la vivienda se encuentra en zona tensa, quién es el arrendador y si ha sido arrendada en los últimos cinco años, entre otros factores.
Estas medidas buscan abordar los desafíos específicos del mercado inmobiliario en Cataluña, especialmente en áreas consideradas como “tensas”, con el objetivo de equilibrar los intereses de arrendadores y arrendatarios y garantizar un acceso justo a la vivienda.