Adoras el verano. No veías el momento de que llegara el calor y pudieras volver a ponerte ese traje que tanto te gusta mientras lo luces con tus preciosas sandalias. Te encanta poder combinar tantos colores y estampados, dado que te aporta un plus de energía en tu día a día.
A pesar de todo ello, cada vez que llega esta estación, sufres el temido cambio de armario. Esto no solo implica sacar tu ropa de temporada y guardar la de invierno, sino además, las sábanas, colchas y demás elementos que no vas a utilizar en los próximos meses. Teniendo en cuenta que estos abultan mucho más, al final no sabes donde puedes guardarlos.
Para que esta situación no te genere angustia, en Dr. House vamos a darte unos sencillos consejos que te ayudarán considerablemente.
En primer lugar, antes de que te despidas definitivamente de tu ropa de invierno, te aconsejamos que hagas una criba. Concretamente, nos referimos a que elimines de tus pertenencias todas aquellas prendas que estén desgastadas o que ni siquiera te hayas puesto. No se trata de almacenar por si acaso. Si no le has dado uso, probablemente, no se lo volverás a dar.
Para guardar estos elementos, puedes hacer uso de baúles, altillos o, inclusive, las maletas que tienes y que sabes que no vas a utilizar. De este modo, aprovecharemos el espacio que ya tenemos y no necesitaremos zonas extras de almacenaje.
En lo que respecta a la ropa de cama, lo ideal sería que contaras con un canapé abatible donde guardarla. De este modo, la tendrás a mano para cuando la requieras. En el caso de que no cuentes con este espacio, deberás guardarlo todo en la zona de almacenaje que poseas. Una gran opción para maximizar el espacio, es introducir todas las prendas en bolsas que se puedan cerrar al vacío. Con la ayuda de tu aspiradora, eliminarás el aire que quede dentro y tendrás todos estos elementos compactados y en perfecto estado de conservación. Seguro que hasta te sobra espacio para más prendas.