El mercado hipotecario ofrece una gran variedad de alternativas que conviene tener en cuenta para poder elegir aquella hipoteca que mejor se adapte a nuestras circunstancias.
En Dr. House explicamos en qué consiste una hipoteca recargable.
Como su nombre indica, una hipoteca recargable es aquella que permite recargar o recuperar el capital que se haya devuelto a la entidad bancaria.
El funcionamiento de este tipo de hipoteca es parecido al de una novación hipotecaria, en el que se realiza una ampliación de la hipoteca, con la salvedad de que la hipoteca recargable no es una novación y por lo tanto, no hay que pagar para realizar esta operación.
Si en algún momento necesitamos financiación extra, la hipoteca recargable permite que el banco devuelva el dinero que se ha pagado previamente y que ya se ha amortizado, de manera que la deuda sería de nuevo la inicial, con las mismas condiciones puesto que se trata de la misma hipoteca.
No obstante, para poder acceder a una hipoteca recargable, y al igual que ocurre con otro tipo de préstamos hipotecarios, hay que cumplir una serie de condiciones:
- Que sea una hipoteca contratada después de diciembre de 2007, año en el que entró en vigor esta ley que permite la recarga de hipoteca.
- Que el capital recargado sea igual o inferior al que se haya amortizado, esto es, que no supere el capital que se firmó en el momento de realizar la hipoteca.
- Que no haya cambios en el plazo de amortización, por lo que el dinero recargado tendrá que devolverse en la misma fecha que aparece en la firma de la hipoteca.
- Que no haya alteraciones ni en el rango de la hipoteca ni en la responsabilidad hipotecaria.
Una hipoteca recargable, básicamente, sirve para poder obtener financiación de una forma más económica que otras opciones, como por ejemplo: la novación o un préstamo personal, por lo que supone una solución económica en la que se aprovecha la hipoteca contratada.