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Que nos gusten las plantas, no quiere decir que sepamos cómo debemos cuidarlas. Esta situación se agrava en épocas estivales, dado que deberemos tener en cuenta cuestiones muy diversas para evitar que lleguen a morir. En Dr. House queremos ayudarte en esta labor. Por eso, vamos a aportarte unos consejos que permitan mantener todas tus plantas en perfectas condiciones pero sin tener que ser un prodigio de la jardinería.

Para empezar, tenemos que realizar un análisis discriminatorio de nuestras plantas. Como bien sabrás, en verano, hay algunas que van a necesitar más atenciones que otras si pretendemos que lleguen al otoño. Lo ideal es que instales un sistema de riego. De este modo no tendrás que estar tan pendiente y verás cómo tus macetas rebosan vitalidad. No obstante, debes tener la precaución de comprar maceteros que dispongan de un agujero en la parte inferior que permita la salida del exceso de agua y, así, evitar que ahoguemos a nuestra planta.

Otra cuestión de vital importancia, es no exponerlas continuamente a la luz solar, dado que las hojas terminarán quemándose por el efecto de esta y de las altas temperaturas propias de esta estación. Para que tus plantas vivan correctamente, necesitan espacios con luz y ventilación. Así que, párate un minuto antes de decidir la ubicación de cada una de ellas.

A la hora de comprar los maceteros, resulta muy importante que realices una buena elección. Huye de aquellos recipientes que pueden resultar visualmente llamativos pero que se encuentran fabricados en plástico. Este tipo impide que llegue el aire a las raíces. Por esta razón, te recomendamos que te decantes por los de cerámica.

Para terminar, nos centraremos en la limpieza y el mantenimiento que debemos tener. Es fundamental que cada dos semanas, quitemos las hojas que estén quemadas o muertas, aquellas que hayan caído en la tierra y el polvo que puedan tener. Además, recuerda remover la tierra de manera periódica para asegurarnos que la planta no está seca por dentro. Verás como con esta serie de pautas, garantizarás una vida larga y sana a tus plantas.

Si hay algo que puede llegar a generarnos una gran sensación de estrés, es abrir la puerta de casa y encontrarnos las habitaciones cargadas de enseres. Puede que esta situación sea algo circunstancial, provocado por la falta de tiempo para mantener tus objetos personales en su sitio durante la semana. En Dr. House sabemos que, con las prisas con las que vivimos actualmente, apenas disponemos de tiempo para dedicarnos a colocar cada cosa en su sitio, y cuando tenemos un rato libre, estamos tan cansados que no lo hacemos. Por ello, queremos ofrecer una serie de pautas que te faciliten esta labor.

Sabemos sobradamente que el orden es la clave para que todo esté en su sitio. Por eso, debemos de disponer de herramientas que nos faciliten el trabajo. El organizar las cajoneras, aunque sea una vez cada tres meses, nos será muy útil para ir guardando de forma correcta nuestra ropa. En la misma situación se encuentra el armario, aunque a este debemos de prestarle más atención. El hecho de utilizar ropa a diario, puede provocar un cúmulo de prendas en tu habitación que formará una montaña a finales de semana. Para que no te ocurra, lo ideal es que guardes las prendas que puedes volver a ponerte tras ducharte. Verás cómo te resulta muy fácil.

Si tu cuarto de baño es de dimensiones reducidas, deberás prestar una gran atención al orden. Haz uso de estanterías auxiliares donde colocar los productos de baño y no olvides colocar un cesto donde guardar toda la ropa de la colada. Dispón de perchas donde poder colgar tus toallas o aquellas prendas que puedas necesitar.

En el caso de que, dentro de tu hogar, dispongas de una estancia pequeña, que no tenga un uso determinado, te aconsejamos que la aproveches como zona de almacenaje. Invierte en muebles que te permitan mantener tus cosas en perfecto orden. Lo ideal es colocar algunas estanterías y/ o un armario pequeño que te ayude a organizar. De este modo, podrás tener todo a mano, pero, incluso, separado por temáticas de uso.

Adoras el verano. No veías el momento de que llegara el calor y pudieras volver a ponerte ese traje que tanto te gusta mientras lo luces con tus preciosas sandalias. Te encanta poder combinar tantos colores y estampados, dado que te aporta un plus de energía en tu día a día.

A pesar de todo ello, cada vez que llega esta estación, sufres el temido cambio de armario. Esto no solo implica sacar tu ropa de temporada y guardar la de invierno, sino además, las sábanas, colchas y demás elementos que no vas a utilizar en los próximos meses. Teniendo en cuenta que estos abultan mucho más, al final no sabes donde puedes guardarlos.

Para que esta situación no te genere angustia, en Dr. House vamos a darte unos sencillos consejos que te ayudarán considerablemente.

En primer lugar, antes de que te despidas definitivamente de tu ropa de invierno, te aconsejamos que hagas una criba. Concretamente, nos referimos a que elimines de tus pertenencias todas aquellas prendas que estén desgastadas o que ni siquiera te hayas puesto. No se trata de almacenar por si acaso. Si no le has dado uso, probablemente, no se lo volverás a dar.

Para guardar estos elementos, puedes hacer uso de baúles, altillos o, inclusive, las maletas que tienes y que sabes que no vas a utilizar. De este modo, aprovecharemos el espacio que ya tenemos y no necesitaremos zonas extras de almacenaje.

En lo que respecta a la ropa de cama, lo ideal sería que contaras con un canapé abatible donde guardarla. De este modo, la tendrás a mano para cuando la requieras. En el caso de que no cuentes con este espacio, deberás guardarlo todo en la zona de almacenaje que poseas. Una gran opción para maximizar el espacio, es introducir todas las prendas en bolsas que se puedan cerrar al vacío. Con la ayuda de tu aspiradora, eliminarás el aire que quede dentro y tendrás todos estos elementos compactados y en perfecto estado de conservación. Seguro que hasta te sobra espacio para más prendas.

No deja de ser habitual que, con el paso de los años, si tenemos más de una vivienda en propiedad, decidamos deshacernos de una de ella. Los motivos puedes ser múltiples, desde la falta de uso, la necesidad de liquidez o la intención de invertir en otra propiedad diferente. Sean los que sean, si pretendes agilizar este proceso, desde Dr. House, vamos a recomendarte que sigas las siguientes instrucciones.

Como bien sabrás, la venta de un inmueble es una actividad que no sabemos cuánto tiempo va a tardar en concluirse. Dependerá de la ubicación de la vivienda, la antigüedad, el estado de conservación, las reformas realizadas y el precio de salida. No obstante, debes prepararte para que, cuando llegue el momento de recibir la oferta que estabas esperando, cierres el trato rápidamente.

Para conseguirlo, será necesario que tengas bien asegurada una serie de cuestiones que te pueden parar este proceso. Nos referimos a un conjunto de documentaciones que acreditan que todo está en orden. Para empezar, deberás presentar el certificado de eficiencia energética firmado por un técnico especializado. De este modo, podremos mostrar al nuevo propietario las características que dispone la vivienda para el uso de energías.

No debes olvidar buscar los recibos pagados del impuesto sobre bienes inmuebles. Como sabes, esta tasa que se paga anualmente y deberemos al día en los pagos para poder presentárselo al comprador.

Es necesario que la vivienda no tenga ninguna carga fiscal. Deberás estar al día con los pagos a la comunidad de vecinos. Solicita un documento al secretario de la comunidad, que demuestre que la vivienda está al corriente de pago. De este modo, acreditaremos que no se adeudan cantidades a la comunidad. También, nos podrán exigir un certificado que demuestre que no tenemos pendiente ningún pago por derrama. Cuando estas se aprueban, es la persona que se encuentre en ese momento de titular la que tendrá que hacerse cargo del abono de la misma.

El interesado, podría pedirnos que le mostremos el certificado de inspección técnica del edificio. Con este documento se muestra que el bloque está en buenas condiciones, o si se encuentra pendiente de algún tipo de obra de mantenimiento.

De los mayores temores que podemos tener a la hora de alquilar nuestra casa, es el de encontrarnos con inquilino que no pague las mensualidades. Esto es algo que, desgraciadamente, le puede ocurrir a cualquiera de nosotros. La obligación de nuestros inquilinos es la de realizar el pago cada mes. Aun así, si nos encontramos en un primer momento con esta situación, debemos ser compresivos hasta cierto punto. El impago nunca es justificable. Por ello desde Dr. House queremos comentar qué hacer si te ves en esta situación tan escabrosa.

Lo primero que debemos hacer en estas situaciones, es ir a hablar con nuestro inquilino para que nos comunique qué es lo que está sucediendo y porque no está haciendo frente a las cuotas de alquiler. Si nos informa de que no puede sufragar los pagos, deberemos de ofrecerle un tiempo para que se ponga al día con lo que debe y busque otro sitio que pueda permitirse. Si se negase a pagar y abandonar la vivienda, deberíamos pasar a realizar otra serie de acciones.

Antes esta problemática, te recomendamos que solicites el apoyo de un asesor jurídico. Él te ayudará a interponer una demanda. Una vez que esta llegue a los juzgados, se le ofrecerá al inquilino un plazo para que abandone la vivienda y la posibilidad de ponerse al día con los pagos. En el caso de que rehusara, seguiría el procedimiento judicial en curso, pudiendo llegar al desahucio.

Actualmente, como media, se necesitan más de ocho meses para que se lleve a cabo el desahucio de una vivienda que se encuentre ocupada por un inquilino moroso. Los procesos son largos y pero, gracias a nuestro abogado, siempre estaremos informados de cómo se encuentra nuestro caso. Una vez que se decida la fecha para desahuciar la vivienda, recuperaremos por fin nuestra casa en el estado que sea. Llegados a este punto, deberás plantearte si te interesa continuar con la reclamación de la cantidad, dado que es posible que la persona puede declararse como insolvente y debas asumir los gastos de todo el proceso.

Cuando decidimos irnos a vivir a un piso de alquiler, es porque este satisface todas nuestras necesidades. La ilusión que nos invade los primeros días al estar habitando nuestra nueva casa, puede desaparecer, drásticamente, cuando descubrimos el tipo de vecinos que tenemos. Sobre todo, si estos son muy molestos y ruidosos.

La primera idea que se nos viene a la cabeza en estas situaciones es la de, si lo llego a saber, no lo alquilo. Para que no llegues a pensar esto, desde Dr. House queremos aconsejarte qué puedes hacer para que no termines mudándote.

Para empezar, debemos de tener claro qué es lo que se considera como ruido excesivo. Según en la localidad donde residas, o en la comunidad autónoma donde te encuentres, existen normativas que hacen que nadie se vea obligado a tener que soportar ruidos que excedan los máximos establecidos. De normal, se consideran que estos no pueden superar los 30 decibelios en el horario nocturno. Aunque debamos de ser pacientes debido a que, cuando vivimos en una comunidad de vecinos, es posible que se haga un poco más de ruido de lo normal, solo tenemos que tolerarlo hasta ciertos límites.

Nosotros, como inquilinos, cuando nos vemos en estas situaciones, lo primero que debemos hacer es comentarlo automáticamente al propietario. Este deberá hacer llegar la queja para al presidente de la comunidad de vecinos. Dicha persona deberá ponerse en contacto con el vecino ruidoso y advertirle de esta situación. Si este no cambiase en su actitud, se solicitaría, en el ayuntamiento de nuestra localidad, la normativa referente a este tipo de situaciones para poder presentarla como alegato cuando llamemos a la policía local.

Si el ruido que tanto nos molesta es debido a cualquier elemento del edificio, como pueden ser los ascensores, las puertas de garajes, o los aparatos de aire acondicionado, debemos de hablar tanto con el presidente de la comunidad, como con el administrador de fincas, si lo hubiese. La comunidad de propietarios debe de asumir todas las obras que sean necesaria para la buena conservación del edificio. Por lo que tendrá que hacerse cargo de dichas molestias.

Semanalmente, dedicas bastantes horas al cuidado y mantenimiento de tu hogar. Estas a la última en lo que respecta a productos de limpieza y tienes productos específicos para cada estancia. Sin embargo, el continuo esfuerzo que realizas para que tu casa esté en perfecto estado, en ocasiones, no te satisface. Esto es debido a que, tras unas horas, los agradables olores de los limpiadores que has utilizado, desaparecen.

En Dr. House, sabemos que lo que deseas es que, cada vez que entres por la puerta, te invada esa sensación tan agradable de limpieza. Por eso, vamos a darte unos trucos para conseguirlo.

Sabemos que la cocina es uno de los lugares más conflictivos en este sentido. La preparación de nuestros platos, el conjunto de alimentos que podemos tener al aire libre, unido a los olores que desprende nuestro cubo de la basura y el fregadero, son nuestros potenciales enemigos. Para que tu fregadero no genere un tufo insoportable, tan solo tendrás que crear una disolución con vinagre (una taza), bicarbonato sódico y sal gorda. Este preparado, lo verterás en él y dejará que actué durante, al menos, media hora. A continuación, deja correr agua caliente. Con esta medida conseguirás un olor más agradable y desatascarás tus tuberías de los restos que pudieran contener.

Para una fragancia espectacular en todas las estancias, tan solo tendrás que limpiar tus suelos con agua caliente y zumo de limón. Esta mezcla actúa como un potente ambientador natural y tus suelos quedarán relucientes.

Tanto en el salón como en el resto de las estancias, las flores pueden convertirse en una de tus grandes aliadas. Solo será necesario que pongas un recipiente que contenga flores secas, que podrás comprar en cualquier tienda de decoración. A estas, les vierte un poco de aceite esencial del aroma que desees o unas gotas de tu perfume favorito. Verás como toda la habitación se impregna de este delicado olor.

Otra gran opción es poner pequeñas plantas de lavanda en las estancias. El aroma que desprende es muy sutil y agradable. Te dará la sensación de frescor continuo.

Dentro de nuestro hogar, invertimos una gran cantidad de dinero en adquirir los electrodomésticos que van a acompañarnos en los próximos años. Requerimos de ellos para que nuestras vidas sean más fáciles y las tareas del hogar más cómodas. Dentro de todos los que podemos encontrar en nuestra casa, uno de los que le damos un uso más continuo es, sin lugar a dudas, la lavadora.

En Dr. House, sabemos la importante función que este aparato cumple y el constante desgaste que sufre. Razón por la que vamos a darte unos consejos que te permitan incrementar su vida útil.

Para empezar, te aconsejamos que no cargues excesivamente el tambor en tus lavados. Cuando introducimos más peso del que sería adecuado, provocamos que sus giros sean peores y, en consecuencia, desgastemos más las piezas interiores.

Otra cuestión a controlar, es la temperatura que utilizas a la hora de lavar. Es cierto que nuestro electrodoméstico está preparado para ejercer todas las funciones. Sin embargo, cuando abusamos de temperaturas altas para limpiar nuestras prendas, el calor continuo, va a deteriorar sus componentes. De modo que perderá años de vida.

No abuses de los productos de limpieza. No debes utilizar más detergente del que te recomienda el vendedor para cada lavado y, si es posible, no uses suavizante. Cuando menos productos químicos utilicemos, mejor se conservará nuestro aparato.

Cuando haya terminado el programa que requerías y hayas sacado todas tus prendas, debes dejar abierta la puerta de la lavadora durante unas horas. Este sencillo gesto, permitirá acabar con la humedad interior de manera natural.

Debes recordar mimar un poco la goma de la lavadora. Esta parte es la gran olvidada y, sin embargo, es la que, con mayor facilidad, se puede deteriorar. En su interior, queda agua y restos de desperdicios estancados tras cada lavado. Razón por que te recomendamos que, con la ayuda de una bayeta húmeda, la seques y la mantengas limpia.

Como puedes comprobar, estos pequeños gestos no te llevaran mucho tiempo y podrás conseguir que tu lavadora funcione como el primer día.

Cuando nos planteamos alquilar nuestra vivienda, no siempre tenemos que estar condenados a no poder utilizarla durante años. Últimamente, es cada vez más común encontrarnos con personas que, debido a sus obligaciones laborales o académicas, requieren estar en una determinada localidad cortos periodos de tiempo. Cuando optamos por este tipo de inquilinos, debemos tener claro en que consiste la relación contractual que vamos a tener. Por eso, desde Dr. House, queremos explicarte todo lo que necesitas saber, para que tomes una decisión con el máximo nivel de garantías.

Los arrendamientos por temporadas son generalmente valorados de manera negativa, ya que, siendo un alquiler de una vivienda, esta no está destinada a satisfacer las necesidades de una vivienda permanente. Para que se considere de esta manera, se tienen que cumplir varios requisitos. El primero es que el inquilino posea una vivienda donde suele residir de manera permanente y, por cuestiones, requiera alquilar otra. Además, debe acordarse por ambas partes, que el alquiler va a ser temporal. En caso contrario, estaríamos ante un alquiler de tipo permanente.

A la hora de firmar, hay que tener presente el cumplimiento de una serie de normas. Los inquilinos temporales no están sujetos a las obligaciones de duración de los alquileres permanentes, por lo que no es aplicable la opción de la prórroga forzosa. Generalmente, este tipo de arrendamiento suele efectuarse para semanas o unos meses, debiendo existir una causa que justifique dicho tiempo.

La fianza que deberemos pedir para los alquileres será de dos mensualidades. Aunque la ley permite, en estos casos, utilizar la fórmula según la cual el inquilino pagará la proporcionalidad del tiempo que va a estar. De modo que solo habría que calcularla y determinar la cuota a abonar para dicho concepto.

Para finalizar, queremos comentar que, este tipo de arrendamientos, es un contrato de alquiler de una duración determinada por las dos partes. No obstante, no debes olvidar especificar normas que pueden provocar la finalización de dicha relación, como el hecho de que la propiedad no puede subarrendarse con la finalidad de lucrarse de alguna manera.

Ahora que ya ha llegado el verano, con la subida de las temperaturas, cuantas veces te llevas las manos a la cabeza cuando llega la factura de la luz a final de mes. Durante estos meses, esto suele ser debido al uso continuado del aire acondicionado. Lo peor de todo, es que solo te acaba de llegar la primera y aun te queda, al menos, dos facturas más que serán más altas de lo habitual. Para que esta situación no acabe arruinando tu verano, desde Dr. House te vamos a dar unos prácticos consejos.

Para empezar, deberemos de mejorar nuestros hábitos de consumo diario. Es evidente que no vamos a morirnos de calor con tal de no poner el aire acondicionado. Pero si podemos utilizarlo, de tal manera, que no provoque esos picos tan altos de consumo. De este modo, conseguiremos rebajar unos cuantos euros en la factura de la luz.

Cuando vayamos a comprar un electrodoméstico nuevo, nos debemos de fijar en aquellos que dispongan la etiqueta energética A+++, la cual nos indicara que es un aparato de bajo consumo. Los dispositivos de refrigeración, no son ajenos a esta catalogación. Por lo que, aunque tengan un precio de venta superior, te aseguramos que te alegrarás a largo plazo cuando no observes tu factura elevarse.

Independiente del lugar o la ciudad donde residas, cuando llega el calor, es fundamental que no abuses del aire acondicionado. No existen motivos para tenerlo conectado durante todo el día y, además, al solaparse su uso con el de otros electrodomésticos, el consumo se disparará. Lo ideal es llegar a mantener una temperatura equilibrada. Debemos de asegurarnos que la estancia que estamos refrigerando está totalmente hermética para evitar la pérdida de aire. Piensa que, de lo contrario, el aparato tendrá que trabajar más tiempo y gastar más energía para alcanzar la temperatura que le estás solicitando.

El limpiar los filtros y comprobar que los splits se encuentran sin suciedad o cualquier otro tipo de elemento que impida su correcto funcionamiento, generara que este trabaje mejor evitando así cualquier tipo de avería que influya en tu consumo.