¿Menos es más? Aparecen los pisos colmena en nuestro país.

Hace aproximadamente un par de meses, saltó al panorama nacional una noticia no exenta de polémica. Todos sabemos el gran boom que está sufriendo el alquiler residencial. De hecho, en las grandes ciudades como Barcelona, Madrid o Valencia, está provocando claras dificultades para encontrar viviendas disponibles. Atendiendo a esta situación, se plantean nuevas necesidades para los clientes y, de ahí surge la idea de importar un modelo más propio de la cultura oriental. Nos referimos a los pisos colmena.

En septiembre se dio a conocer el proyecto que Haibu 4.0 ha propuesto para solventar la falta de espacio que existe en la ciudad condal. Concretamente, lo que ofertan son un conjunto de habitáculos para que las personas puedan dormir en ellos. Dichos espacios tienen un coste aproximado de 200 euros mensuales. Dentro de esta cuota se incluyen los gastos que generen el consumo de electricidad, agua, gas, el servicio de limpieza y el acceso a internet.

Las dimensiones de dichos espacios personales, son las mínimas para poder pernoctar. No obstante, fuera de dicha zona se encuentran la cocina, una sala de uso común y los baños mixtos. Como si de un hostal se tratase, los moradores tienen a su disposición, durante las 24 horas del día, a un asesor que les ayude o solvente cualquier problema que les pueda surgir.

El uso de las instalaciones no es apto para cualquier público, dado que existen una serie de requisitos para poder acceder a ellos. Concretamente: no tener antecedentes penales, tener una edad comprendida entre los 25 y los 45 años, disponer de unos ingresos superiores a los 450 euros y no tener a cargo ningún tipo de mascota. Además, existe un reglamento interno que es de obligado cumplimiento. En el caso de que no se respeten las normas pactadas, se puede expulsar al miembro de la colmena.

En Dr. House, seguiremos de cerca este proyecto, dado que actualmente existe una pugna entre la empresa promotora y el propio ayuntamiento de Barcelona. De hecho, ya se ha precintado las obras sin mucho éxito.

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