En ocasiones, suele ocurrir que, las prisas que llevamos en nuestro día a día unidas al elevado cansancio con el que terminamos al final de cada jornada, hagan estragos en nuestro hogar. Nunca has sido una persona desordenada. Sin embargo, ahora entras en tu piso del Barrio Gótico y tienes la sensación de que una bomba nuclear ha caído dentro de él. No soportas esta situación y te comienzas a plantear seriamente, la necesidad de contratar una ayuda en el hogar. Antes de llegar a eso, creemos que es más conveniente que cambies algunos malos hábitos que puedes estar teniendo y que afectan a la armonía de tu casa. Así que, desde Dr. House, vamos a darte algunas pautas que puedan ayudarte.
La primera premisa que debes seguir ya la conoces: “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”. Con ello no nos referimos a que limpies todos los días, pero sí que resuelvas a diario los puntos más conflictivos que aparecen en tu hogar. Un ejemplo de ello lo encontramos en la publicidad y el correo. Una vez que lo hayas recogido, hojéalo, recicla aquello que no es necesario, coloca en el revistero la publicidad que deseas conservar y en tu archivador la documentación de bancos, gas, luz y/o teléfono. Así los montones de papeles, desaparecerán de tu salón.
En el baño, recuerda no dejar la ropa que has usado y puedes reutilizar amontonada en un lado. Tras la ducha, vuelve a colgarla para mantener las estancias despejadas. Algo similar debes hacer en tu espacio de trabajo. Recuerda volver a guardar los libros y enseres que hayas necesitado en su lugar. Si pretendes convencerte de que es mejor dejarlos a mano porque así podrás trabajar antes, te estás engañando, ya que habla tu desidia más que tu razón.
En la cocina, no hay nada peor que un fregadero con una montaña de platos, vasos y cacerolas. No cuesta nada ir fregando tras cada comida y dejar todo recogido. Te aseguramos que dará una gran sensación, dado que parecerá un sitio muy limpio y pulcro.